Nuestro residente señaló que La Alhambra es especial porque conserva especies de anfibios autóctonas pese a que éste es el grupo más amenazado de Andalucía. "Un oasis para estas especies" en el que conviven el sapo común y la rana común. Aquí se han guarecido de la pérdida y degradación de hábitats, la contaminación y las especies invasoras.
Los objetivos de su trabajo en el máster han sido muy diversos: desde la mejora de las zonas en las que conviven las especies hasta la instalación de refugios terrestres. Al mismo tiempo se ha llevado a cabo la reintroducción de dos nuevas especies: el sapo partero y el gallipato, un tritón mediterráneo que antes habitaba en el entorno.
Tashin concluyó que los resultados han sido muy positivos y que los espacios urbanos pueden llegar a cobijar una gran biodiversidad siempre y cuando estén bien gestionados. Los efectos del estudio puede encontrarse en la página web de la Alhambra.
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