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El nivel del curso en cuanto a las clases fue superior. De hecho un hombre impasible como el Chino salió emocionado y absolutamente motivado de una clase que dio un tal Krugger. Le podéis preguntar al Chino cuales fueron sus impresiones. La máquina total Juanfran no dejó de hablar en los casos. Latino fue quien supo poner la nota de serenidad y de equilibrio que era necesaria para un curso de esas características. Ah, otra cosa: algunas de las tertulias de la convivencia fueron en inglés, ya que había gente de Italia, Portugal y Eslovaquia. No os podéis ni imaginar la cara de Pocholo en esas tertulias: memorable.
La convivencia se puede resumir con lo siguiente: conocimos Barcelona, la llenamos con nuestras risas y comenzamos el camino que puede llevar al éxito en la gestión empresarial. Una última cosa, en fútbol no hubo color: Albayzín. También estuvo Felfo, antiguo residente que hoy estudia Caminos en Valencia; el día de excursión fuimos a Torreciudad y ya que iba parte de los equipos ganadores del trofeo rector de Fútbol sala y Volley, se ofreció a la Virgen de los deportistas nuestros éxitos.
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