Nada más llegar nos acercamos a ver la fuente iluminada de Montjuic, que iba acompañada de música de películas de Disney, así que cenamos bastante tranquilos.
Llendo para el Colegio Mayor Pedralbes, que era donde nos quédamos a dormir, vimos al dragón ese raro que hizo un tal Gaudí.
Ya al día siguiente nos esperaba un día bastante completo. Primero fuimos a la zona de Montjuic donde pudimos visitar el museo de Joan Miró, con muchas cosas raras, luego el museo nacional de arte de cataluña y el pabellón alemán para la exposición universal de 1929 de Mies van der Rohe (un gran edificio que todo buen arquitecto tiene que ver).
Todo esto antes de comer, porque después visitamos el Caixa Forum y luego nos fuimos a la zona del centro histórico para visitar el museo Picasso. Por fin descansamos por la zona del Maremagnum, nos tomamos un buen gofre y dimos de comer a cientos de gaviotas, a parte de montarnos en leones y esas cosas típicas.
Al día siguiente continuaba la emoción pues fuimos a ver el museo de arte contemporáneo de barcelona (MACBA), donde ahí sí que había cosas raras de verdad. Visitamos la catedral, algunas iglesias del centro histórico y luego partimos hacía la Sagrada Familia. Pasamos por el Parque Güell y a la vuelta pasamos otra vez por la Sagrada Familia para verla de noche e iluminada.
Todo muy bonito. Esa noche sufrimos a la hora de cenar pues se ve que los precios en Barcelona no están como en Granada, pero mejor no hablar de temas polémicos.
Ya el último día antes de irnos nos enseñaron el nuevo edificio del IESE desde el que había unas bonitas vistas de todo Barcelona.
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