jueves, mayo 22, 2014

Japón en el Colegio Mayor Albayzín

En la tertulia de hoy, Adolfo Rodríguez nos ha contado cómo es la vida en Japón. Este antiguo residente licenciado en Derecho y Ciencias Políticas estuvo en la Ritsumeikan University de Kioto y entró en contacto con una cultura totalmente diferente. Los japoneses conocen las costumbres occidentales y suelen saludar con la mano aunque tradicionalmente eso signifique violar su intimidad. Son muy educados y en los sitios públicos se cuidan las formas; hay una serie de cosas que no pueden ocurrir en la calle. Si bien no hablan mucho se repiten a la hora describir las situaciones o los objetos, por ejemplo, si un día hace frío lo dicen muchas veces.   



Adolfo señaló que la sociedad les enseña a ser muy trabajadores.Les encantan las nuevas tecnologías y es complicado pagar con tarjeta, les gusta el dinero de papel. Tienen numerosos problemas sociales relacionados con la cultura Otaku que está muy arraigada y que deriva en problemas como el de los  "hikikomoris" que son jóvenes que se aíslan del mundo y se encierran en sus habitaciones.

El concepto de Universidad es diferente al que se tiene en España o en Europa. El nivel de exigencia de los grados es bajo, no importa tanto como aquí ya que lo que prima es entrar en una buena universidad (supondrá más ventajas para encontrar trabajo). El Bachillerato es más difícil que en España. Se esfuerzan muchísimo antes de los 17 y son muy competitivos.Cuando se accede a la Universidad no es importante lo que se estudia porque cuando el japonés se gradúa intenta acceder a puestos de trabajo que pueden ser muy diferentes. Su relajamiento durante la estancia en la facultad se debe a que saben que cuando terminen, su vida se basará en trabajar.
Cuando los jóvenes entran en las empresas, éstas son como su familia. Les forman para desarrollar sus competencias y se vive alrededor de la compañía. La empresa es su mundo, las "nomikai" son reuniones para fomentar las relaciones donde los empleados beben con el jefe y hacen las cosas que no pueden hacer cuando están sobrios. 

De la misma manera que a nosotros nos cuesta entender la diferencia entre Japón y China a ellos les ocurre lo mismo con los países europeos. Los admiran pero al mismo tiempo tienen ciertas reticencias derivadas de los colonialismos (aunque ellos no fueron controlados por ninguna potencia occidental). De España conocen la comida, la paella, el fútbol (Real Madrid y FCB Barcelona), la fiesta, los toros, etc. Según Adolfo, al buen japonés le encantará la comida y será muy importante escoger un buen restaurante. 


Hay un problema muy grande con la memoria histórica: no tienen mucho remordimiento sobre lo que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial pero en los últimos años, si bien Japón ha sido un país pacifista, han surgido revisionistas que buscan que el país vuelva a ser una gran potencia que no tenga que dar explicaciones a nadie. Del emperador no se habla y de posturas republicanas tampoco. Es una de las dinastías más longevas del mundo y aunque el emperador oficialmente dejó de ser un dios, se le trata con mucho respeto. Normalmente la gente ni tiene opinión ni quieren opinar, especialmente con los extranjeros. El sistema de Gobierno es democrático con todo ordenado y correcto pero hay mucha volatilidad y los primeros ministros duran poco (el actual no lleva más de un año). No se tiene una buena percepción de los políticos y se desconfía de ellos a raíz de lo que ocurrió en Fukushima.

El idioma es complicado y a los extranjeros les hablan en inglés aunque tengan un buen nivel de japonés. No entienden que un extranjero pueda hablar su idioma.
Llevan 20 años de crisis pero hay solamente un 3,6 de paro. Tienen 10 días de vacaciones en todo el año. En Japón si no tienes trabajo el día que te has graduado, no estás integrado en la sociedad, así que los procesos de selección comienzan un año antes de terminar. Si no encuentran suelen hacer un año más de Universidad porque está muy mal visto. 


El 93% de los graduados consiguen trabajo y para un extranjero, los trabajos de idiomas están bien remunerados debido al gran interés que hay. Compaginan el trabajo con el estudio porque el sistema se lo permite, siendo flexible para los estudiantes, de manera que ganan un buen sueldo al mismo tiempo que estudian. 

Adolfo nos aseguró que su experiencia en el país del sol naciente fue muy buena y que no descarta volver si fuera necesario. Los asistentes pudieron conocer más a fondo cómo son realmente los japoneses apartando todos los mitos e historietas que se cuentan. 


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